División Minúscula encendió las luces de Guadalajara en Guanamor
El pasado 21 de septiembre, Guanamor Teatro Studio dio un viaje en el tiempo de la adolescencia de los millenials cuando División Minúscula subió al escenario. Miles de fans, acudimos para vivir una noche inolvidable junto a una de las bandas más emblemáticas del rock mexicano.
Una velada que comenzó con fuerza
La noche inició con la energía contagiosa de Los Románticos de Zacatecas, quienes prepararon al público para lo que estaba por venir. A las 10 de la noche, las luces se apagaron y la euforia se apoderó del recinto cuando División Minúscula hizo su aparición. Llenando de energía desde el primer segundo, con "Escombros", "Veneno es Antídoto" y "Un beso al aire y un tiro al pecho", la banda tapatía dejó claro que esta noche sería inolvidable.
Un viaje emocional a través de la música
Durante más de dos horas, División Minúscula nos transportó en un viaje musical lleno de emociones. Temas como "Cada martes", "Tan fuerte tan frágil" y "Sognare" resonaron con fuerza. En un momento especial, Javier Blake, vocalista de la banda, invitó al público a dejar atrás sus preocupaciones y disfrutar plenamente de la música.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de "Préstame tu piel" seguida de "Me tomé una pastilla". Estas dos canciones, que exploran temas profundos y personales, conectaron de manera especial con el público.
Una celebración con amigos
La sorpresa de la noche llegó cuando Roy, integrante de Thermo y cumpleañero del día, se unió a División Minúscula en el escenario para interpretar "Extrañando casa". Este momento de camaradería entre dos bandas icónicas del rock mexicano fue muy aplaudido por el público.
Para cerrar con broche de oro, División Minúscula interpretó "Cursi", canción que fue himno de toda una generación y "Voces". Con estas últimas notas, el público despidió a la banda con una ovación ensordecedora.
Más que un concierto, una experiencia
El concierto de División Minúscula en Guanamor fue mucho más que un simple recital. Fue una experiencia que unió a miles de personas bajo un mismo sentimiento: el amor por la música.
